Las imágenes cada vez tienen un peso más importante a la hora de crear una web, sobre todo si estamos hablando de un ecommerce. Conseguir la confianza del cliente en una tienda online es el factor más importante y la fotografía de producto juega un papel fundamental en ello. Las imágenes de alta calidad son indudablemente un atractivo para los consumidores. Y no solo eso, también ayudan a que el cliente se sienta más predispuesto a comprar que si se encuentra con imágenes de mala calidad que reflejan desinterés y abandono del sitio, y además no ayudarán a favorecer las cualidades del producto. Y es que las imágenes son una de las parte más importante de tu escaparate online, si éstas muestran cada detalle del artículo y son fieles a la realidad evitarás futuras quejas y devoluciones.
Hoy día la fotografía está al alcance de todos, por eso hemos reunido una serie de consejos que te serán muy útiles si no dispones del presupuesto necesario para invertir en profesionales, y quieres realizar las imágenes tú mismo. Aunque siempre será mejor contar con la experiencia de un fotógrafo profesional.
1. Define el producto.
Hay que tener muy presentes el tipo de producto que vamos a vender, porque el fondo y el contexto de la fotografía puede variar. No es lo mismo fotografiar, por ejemplo, artículos de decoración que alimentos o ropa. Cada producto tiene una función distinta y según ésto, el consumidor preferirá verla de una forma u otra. Cuando se trata de moda, el cliente siempre valorará más aquellas páginas donde aparece un modelo con el producto, porque necesita tener un referente de cómo quedaría en la realidad.
2. Imágenes sencillas con fondo neutro.
Las imágenes cuánto más sencillas, mejor. Para ello, utiliza un fondo de color neutro, preferiblemente el blanco. Utilizar otros colores puede causar reflejos indeseados en el producto que confunden y distraen al usuario. Tampoco incluyas elementos innecesarios a la imagen porque le robarán protagonismo al artículo. Hay algunos productos que además de fotografiar con fondo neutro, también se aconsejan retratarlos en su ambiente, como sofás u otros productos de decoración. Esto ayudará a que el cliente tenga una visión más real del producto y se decida, finalmente, a comprarlo.
3. Fotografía varios puntos de vista.
Haz todas las fotografías que necesites, o más bien que tus usuarios necesiten. Retrata el producto desde diferentes ángulos y saca planos detalle, sobre todo de sus características más singulares (logo, bordados, adornos,...) para mostrar el producto en su totalidad. Ten en cuenta que el cliente no puede ver ni tocar el producto, por lo que cuánto más fotos que reflejen cómo es el producto, más seguro se sentirá.
4. ¿Qué equipo usar?
Además de una cámara réflex (cualquiera es buena opción), es importante disponer de un fondo continuo. Puedes crearlo tú mismo utilizando papel, una tela, foam o vinilo u optar por adquirir una softbox específica para este tipo de fotografía por un precio muy económico. Sírvete de un trípode para aportar mayor estabilidad a la cámara y poder disparar tranquilamente a velocidades más bajas, aunque no es indispensable. Monta tu pequeño estudio en un lugar amplio, donde puedas moverte con total libertad. Recuerda que tomarás fotografías desde diferentes ángulos, por lo que necesitarás desplazarte.
5. Cuida la iluminación.
Una correcta iluminación puede marcar la diferencia en el resultado final. No te preocupes si no dispones de presupuesto para algún flash, siempre puedes recurrir a la luz continua o luz natural. Si utilizas alguna ventana, la luz del mediodía es la mejor para fotografiar, ya que ésta será más blanca. Añade alguna cortina para que las sombras sean menos duras. Y es que si la luz es difusa, mucho mejor. Por eso, te recomendamos que utilices cualquier accesorio, como un paraguas blanco, un plástico translúcido o papel, que cree sombras sutiles y difumine los halos de luz.
6. No te olvides del balance de blancos.
Una de las claves de la fotografía de producto es que la imagen aporte una visión lo más fiel posible a la realidad. Por eso, hay que tener mucho cuidado con la alteración de los colores, por muy sutil que sea. Lo más sencillo es mantener el balance de blancos en automático, y editarlo posteriormente. Disparar en formato RAW te facilitará las cosas, ya que con algún programa específico para este formato, podrás revelar la imagen sin perder su información y conseguirás un resultado impecable.
7. Utiliza siempre el mismo estilo.
La coherencia visual hará mucho más atractiva tu página y no transmitirá una sensación de desorden y descuido. Así, utiliza siempre el mismo fondo para tus imágenes y establece unos márgenes. Mantener siempre el mismo estilo es sinónimo de armonía y, por tanto, de que el cliente quiera seguir en tu tienda.
8. Perfecciona las imágenes con un programa de edición
La edición de las imágenes es una obligación si quieres conseguir unos resultados mucho más profesionales. Además, este paso será breve ya que solo deberás ajustar el balance de blancos, corregir las luces y sombras, aplicar una ligera máscara de enfoque y reencuadrar la fotografía si fuera necesario. Si tienes una gran cantidad de imágenes, puedes utilizar programas que permitan la edición en lote, como Lightroom, con los que ahorrarás tiempo.
9. Optimiza adecuadamente tus imágenes.
Ya te lo contamos todo en este post, pero te lo volvemos a repetir para que no lo pases por alto. El tamaño y la resolución de una imagen importan y mucho: por el SEO, la velocidad de carga,... En líneas generales, tu imagen debe estar a 72 ppp, en modo RGB, con un tamaño que no supere los 900 px en su lado mayor y en formato JPG o PNG.
Como ves, las fotografías son muy importantes a la hora de vender online y conseguir que la calidad de éstas sea buena es muy sencillo y económico. ¡Tú mismo te lo puedes plantear siguiendo estos consejos!
