Conseguir una interacción inmediata en tus usuarios no es una tarea fácil. El call-to-action es una de las herramientas más efectivas para conseguirlo, pero no todos los CTA consiguen su objetivo. Para ello, hay que tener en cuenta muchos otros factores.
¿Qué es el call-to-action?
El call-to-action, CTA o
llamada a la acción, son aquellos botones que invitan y estimulan a los usuarios a realizar una determinada acción con el objetivo de convertirlos en clientes finales. Es decir, se trata de la conexión entre el contenido normal que el usuario consume y una página con una propuesta mucho más interesante para él. Una vez hemos conseguido que los consumidores nos encuentren, debemos guiarles hacia ciertos comportamientos y acciones que nos interesan. Sin duda, es un elemento imprescindible en el e-mail marketing ,ya que permite ganar clics y, por tanto, clientes que conecten con nosotros.
Claves para crear un buen call-to-action
Para conseguir una total efectividad con este tipo de botones, es necesario que estén bien diseñado y que sean atractivos. No es tan fácil como parece, pero tranquilo que te damos las claves para que tu llamada a la acción funcione:
1. Conoce bien a tu audiencia.
La primera tarea es segmentar bien a tu público objetivo y conocerlo en profundidad. Esto te ayudará a crear un call-to-action específico, y por tanto más atractivo, para cada persona a la que te quieras dirigir. El diseño, el contenido y el número de CTA deben ser acordes al tipo de cliente.
2. Cuida el copy.
Utiliza un lenguaje directo, conciso y llamativo que despierte su curiosidad. Dejáles claro qué es lo que tienen que hacer, sobre todo cuando se requieren varios pasos. El usuario evita las complicaciones, ¡cuánto más fácil se lo pongas, mejor! De hecho, varios estudios han demostrado que cuánto más se le facilita al usuario el tener que hacer un menor esfuerzo, más efectivos son.
3. Limita el tiempo.
Las personas están más predispuestas a realizar una acción cuando ven que hay un límite de tiempo. Aprovecha ese factor para aportar más "urgencia" a tu CTA.
4. Cuida el diseño.
Tiene que resaltar sobre el resto de la composición, pero siempre acorde al estilo de tu página. Juega con las formas, los colores y las texturas. El botón debe ser grande y con un color que contraste para que sea totalmente visible, aunque siempre respetando la estética de tu diseño. Y no te olvides de distribuir de forma coherente los elementos que forman parte de tu CTA.
5. Colócalo en el lugar idóneo.
Ten en cuenta que es un formato publicitario y que debe llegar al máximo número de personas. Por eso, ponte en su lugar y piensa a que dirección se dirigirá su mirada al abrir tu página. Colocarlo en la parte superior derecha de la pantalla es una buena opción, ya que normalmente nuestra mirada tiende en primer lugar a dirigirse allí. Pero todo dependerá del modelo de la web y de las necesidades de cada empresa.
6. Sé creativo.
Lo fundamental es conseguir llamar la atención del usuario y para eso no hay nada mejor que ser original. Haz bocetos y observa cómo lo están haciendo los mejores. Todo ello te ayudará a inspirarte. Y, por supuesto,
pregúntate si tú le darías a clic.
7. No abuses de elementos.
Añade espacios en blanco, pues si lo recargas demasiado despistarás a tu cliente. Agregar demasiados elementos a su alrededor provocará una mayor distracción en el usuario que identificará con más dificultad el foco principal.
8. Utilizar métricas.
Mide la efectividad y los clics de tus botones para poder identificar cuáles no son tan apropiados y reajustarlos. Pon en práctica todos nuestros consejos y dirige a tus clientes hacia tus objetivos. Prueba, experimenta, ponte en la piel del usuario... y ya verás como tu ratio de clic aumentará considerablemente. Y si aún no te ha quedado muy claro, te lo sintetizamos todo en esta imagen: